El delincuente hurtó dos relojes, calzado, remeras, un arma de fuego, 40.000 pesos argentinos y US$ 40
El pasado jueves el uruguayo identificado como Alaníz Martínez Darwin irrumpió en el barrio privado Santa Bárbara, en Troncos del Talar, en Argentina. Estuvo alrededor de 26 horas circulando por el barrio sin ser descubierto por el personal de seguridad.
El delincuente estuvo aproximadamente 24 horas analizando el lugar y recién en la noche del viernes entró a la propiedad elegida de la que robó dos relojes, calzado, remeras, un arma de fuego, 40.000 pesos argentinos ($ 1.684) y US$ 40.
Sin embargo, fue detenido minutos después en los alrededores del barrio y lograron recuperar todo lo hurtado, excepto el arma de fuego. Además, vestía la remera y el calzado de uno de los hijos de la dueña de la casa.
Según informó La Nación, Alaníz se encuentra detenido acusado de robo agravado por infracción.
“Se dictó el trámite especial y rápido de flagrancia, ya que fue detenido inmediatamente después del robo. En este momento, la Fiscalía de Flagrancia se encuentra a cargo de la audiencia y allí, seguramente, se solicitará la prisión preventiva y la elevación a juicio”, indicaron las autoridades argentinas.
En un mensaje enviado a los residentes del barrio tras la detención, la empresa de seguridad informó que el viernes a la mañana se advirtió un alambrado roto y “comenzó un análisis de lo que pudo haber sucedido".
Al revisar el sistema de videovigilancia del Plan Integral de Seguridad del barrio se detectó la intrusión en un sector no autorizado por parte de una persona. Ante esta situación, el protocolo de respuesta estratégica fue activado de manera inmediata, lo que incluyó la implementación de un cerco interno dinámico y una serie de procedimientos diseñados para garantizar la seguridad de todos".
Según dijeron a los vecinos que dialogaron con el citado medio, las acciones implementadas por la empresa se dividieron en dos etapas: primero se activó el “despliegue táctico de seguridad”, donde “el personal de vigilancia, en colaboración con las fuerzas policiales, estableció un perímetro de seguridad y realizó un operativo de reconocimiento casa por casa; los moradores fueron alertados sobre la intrusión y se recopiló información clave para evaluar posibles riesgos adicionales”.
El segundo paso se dio mediante la “coordinación con la Policía bonaerense”. En este sentido, “la notificación inmediata a la Policía permitió establecer un anillo externo de seguridad en las inmediaciones del barrio, anticipando posibles amenazas externas o intentos de colaboración con el intruso”.
Un empleado de la empresa de seguridad declaró que en la noche del viernes predominaba el miedo entre los vecinos del barrio. “No podemos dar información. Hay demasiada gente importante –en referencia a que este barrio es elegido por políticos, famosos y deportistas–. La idea es reforzar la seguridad sin cambiar de compañía. Van a dejar que se calmen un poco las aguas”, dijo.
