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7 de abril 2025 - 9:21hs

Su cercanía con el fallecido exintendente Mariano Arana, su propio pasado en la Intendencia de Montevideo y sus dos periodos como decano de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, hacen de Salvador Schelotto el candidato más fácilmente asociable a la ciudad.

Pero si bien el politólogo Adolfo Garcé advirtió un mes atrás en Se arregla el mundo (Fipo TV) sobre las chances de Schelotto para ganar las elecciones, porque "se parece muchísimo a un intendente y es el que expresa mejor que hay cosas para hacer", las encuestas, por el momento, no sugieren un panorama favorable para el arquitecto.

Ubicado por debajo de la gerenta de Gestión Ambiental de la intendencia, Verónica Piñeiro, y del exministro de Economía, Mario Bergara, el candidato de la Vertiente Artiguista parte como último en la interna frenteamplista con entre un 4% y un 5% de intención de voto.

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En este contexto, el pasado martes 1° de abril, en La Huella de Seregni, el exdirector nacional de Vivienda lanzó su campaña y propuso, por ejemplo, dejar a Montevideo "limpio" en seis meses, invertir US$ 75 millones en veredas, reactivar la Estación Central y crear un Parque del Norte.

Para hablar sobre estos planteos, el cuidado del patrimonio, la incómoda situación en Desayunos Informales (Canal 12) a principios de la campaña y otros temas más, Schelotto dio una entrevista a El Observador.

A continuación, un resumen:

20250401 Salvador Schelotto en su lanzamiento de campaña en La Huella de Seregni

Teniendo en cuenta que sos arquitecto, y una especie de heredero de Mariano Arana, es lógico preguntarte por el patrimonio de Montevideo. La ONG Patrimonio Activo denunció que cada año desaparecen entre 15 y 20 edificaciones de interés "arquitectónico e histórico"...

Heredero no, pero estoy muy alineado y compartí con él décadas de laburo. Además estuve en la Comisión de Patrimonio Nacional en un periodo, fui profesor de Historia de la Arquitectura, tengo cierta mirada sobre las cosas del patrimonio y me parece buenísimo que el tema entre en la campaña. Si seguís una especie de mainstream, que te va llevando inercialmente, terminás hablando de dos, tres temas. Creo que es una buena cosa que desde ámbitos no políticos nos hagan una interpelación. Y a su vez, en los barrios, recorriendo ferias, en la conversación mano a mano, la gente está preocupada por eso.

Desde la intendencia dice que cuidan este aspecto y que también hay que cuidar el "patrimonio del futuro". ¿Vos ves que se está perdiendo patrimonio?

Sí, yo creo que es un problema. No digo que tengo la llave para resolverlo, porque es muy difícil. Hay que seguir desarrollando el sistema de protección patrimonial de Montevideo, que está planteado sobre una base sólida. Hay un sistema importante pero incompleto. Las áreas no cauteladas ahora están siendo muy afectadas. Hubo un trabajo de inventario y hay un acumulado de información importante. El próximo gobierno departamental tiene que meter pie en el acelerador. Ojo, la protección no es solamente una cuestión normativa, porque no alcanza. Hay que pasar a cuestiones más proactivas, mucho más difíciles. Hay una dificultad, que no se puede ignorar, en los propietarios. Aunque tengan la voluntad de conservar, hay problemas de financiamiento. Solo hay pequeños préstamos o algún tipo de subsidios para mantenimiento. También, a nivel nacional, me parece que hay una deuda. Hubo varios intentos, y sigue estando la necesidad de aprobar una nueva ley de patrimonio un poco más completa que la que tenemos del año '71.

¿Ves que en estos últimos cinco años ha empeorado la situación?

En cierto modo sí. Hubo un empuje de la inversión privada en construcción de viviendas con exoneraciones impositivas. Mucha de esa obra se concentró en el área central de la ciudad, lo cual está bueno. La inversión privada se había corrido a Punta Carretas, Pocitos, después Malvín. Hasta las décadas de los cincuenta, sesenta, uno podía encontrar obras modernas, muy importantes, en Paso Molino, La Unión, Centro, Cordón, y eso quedó congelado en el tiempo. Esa cuestión de combinar conservación y desarrollo es la lucha de todos los días.

¿Qué planteás para mejorar la estética de la ciudad?

Un montón de cosas. Tiene que ser parte de una estrategia global. Obviamente para que la ciudad funcione vos tenés que tener redes de saneamiento y de drenaje, buena conectividad, pero también cuestiones visibles. Y ahí es donde estamos en un momento complicado, no solo por pérdida de algunos tramos o edificios patrimoniales, sino por un deterioro general del mantenimiento de la ciudad. Y esto tiene algún nivel de responsabilidad la propia intendencia. Si el Estado no da una señal, los particulares no se sienten compelidos a sumarse. Hay que hacer un esfuerzo grande por reparar cuando algo se rompe, por limpiar cuando se ensucia. Es todo un tema lo de los grafitis. Hay murales o intervenciones artísticas, pero también una especie de anomia, de falta de autocontención, que muestra cierta ajenidad de quienes vivimos en Montevideo con respecto al espacio público. No es el espacio de todos, es el espacio de nadie. Esa es la actitud que nos está erosionando nuestra autoestima colectiva.

Candidatos del Frente Amplio a la Intendencia de Montevideo, elecciones municipales 2025. Salvador Schelotto, Verónica Piñeiro, Mario Bergara.

El gran tema de la campaña es la limpieza. Y parece que cuanto menos porcentaje de votos le dan las encuestas, a los candidatos del Frente Amplio les llevaría menos tiempo solucionar este problema. Decís que en seis meses Montevideo puede estar limpio, Piñeiro dice que en dos años hay que cambiar todo el sistema de recolección y Bergara entiende que es "temerario" ponerle plazos. ¿Realmente en seis meses podría estar "limpio" Montevideo? ¿Qué significaría eso?

Yo creo que no estamos tan diferenciados. Quizás lo que hay son variantes dentro de un mismo concepto y también una cuestión de timing. El concepto es un nuevo sistema de recolección y gestión integral de residuos. Y en esto creo que hay un consenso incluso más allá del Frente, porque hoy la oposición está tirando bombas de humo, y particularmente el candidato (Martín) Lema, pero no está proponiendo cosas distintas a las del Frente. Está claro que el sistema genérico de contenedores dio respuesta durante 10, 15 años, pero ya no. El tema es cómo suplantar, que no puede ser de un día para otro. Lo que digo del timing es cuánto tiempo puede llevar eso. Yo creo que se puede hacer en el período de gobierno. Serán tres, cuatro, cinco años. Hay que diseñarlo y pautarlo y yo propongo cinco áreas diferenciadas, cada una con un sistema propio según la conformación urbanística. Pero además yo le pongo una campaña de corto plazo. Si quiero adhesión al nuevo sistema, tengo que tener resultados inmediatos. Ahí estoy pensando en desembarcos en cada uno de los ochos municipios, concentrando todos los servicios departamentales y municipales para poder generar un cambio significativo de un mes o dos. Con el desafío, una vez que culmine esa campaña intensiva que va a llevar recursos extraordinarios, de cómo se continúa manteniendo un estado de limpieza. Limpiar es fácil, mantener es difícil.

¿Y este trabajo a corto plazo en qué consistiría?

Agua y jabón. Habría que plantear dos estrategias distintas. En la ciudad intermedia y periférica hay mucha clasificación y descarte informal. Ahí hay que ir a los lugares donde se descarta y levantar. En la ciudad más tradicional tenemos problemas recurrentes, tenemos algunos focos, pero lo interesante es que la Intendencia toda esa información ya la tiene. Tiene información testeada, monitoreada y en tiempo real. Entonces se puede diseñar una campaña de corto plazo para levantar la basura de la calle, para retirar desechos de todo tipo. Algunos son escombros, otros son ramas, otros son las cosas más insólitas.

¿En la parte más céntrica el plan incluiría también aumentar la frecuencia?

En algún caso, reforzar.

Hay un tema específico relacionado con limpieza, que parece algo chico, pero que a los ciudadanos les importa mucho: el excremento de los perros que queda en la vía pública. ¿Tenés alguna medida específica pensada para eso?

En el campo comunicacional. Hay que mantener la alerta porque muchas veces cuando uno deja de mencionar o de hablar de ciertos temas, se aflojan un poco las conductas. Pero creo que hay un cambio importante en el comportamiento; no en todo el mundo. Y el tema del vecino que va caminando con un perro... es muy difícil llegar a la multa. Todo lo que sea controles y sanciones, las que se puedan aplicar. Yo estoy absolutamente enojado con algunas conductas. Hay cosas que a mí me parecen inadmisibles, saliendo del tema de la limpieza, por ejemplo, las personas que estacionan vehículos de gran porte arriba de las veredas, impidiendo que la gente circule. No puede pasar un cochecito de bebé, no puede pasar una persona con un bastón o con un andador o con una silla de rueda. A esa gente hay que matarla con multas. Y ahí tenés una matrícula y los podés multar, los podés guinchar.

Uno de los planteos que hiciste en el lanzamiento de tu campaña es instalar servicios higiénicos en cada municipio. ¿En qué consistirían?

Baños, ducha. Tiene que ver con las personas en situación de calle. Hay un tema de privación de derechos de los que están en calle y de privación de toda la sociedad que no está en esa situación, pero que convive con ella y que muchas veces se ve afectada su posibilidad de uso del espacio de la calle, de algunos parques, plazas, en el entorno de la Rambla también, donde a veces aparecen campamentos. Entonces, eso hay que buscar toda la ruta posible, para que se reduzca de una manera consistente. Estamos hablando de coordinar los recursos que tenemos en la intendencia con el gobierno central y algunas agencias como la Junta Nacional de Drogas, con la sociedad civil. Y abrir algunos espacios, que son estos, a nivel de los municipios, que sean como puntos de enganche con la sociedad; tienen a su vez centros de derivación, orientación y consulta. Será casi una cuestión caso a caso, al principio imperceptible, pero no hay otro camino.

Planteás también invertir US$ 75 millones en veredas, para hacer veredas donde no hay y para arreglar las que ya existen...

De hecho esta experiencia ya se hizo en una escala limitada. En el periodo de Daniel Martínez se hizo toda la Ciudad Vieja. Ahora hace muy poco, en el periodo de Cosse, se hizo el centro comercial de 8 de Octubre desde Batlle y Ordóñez a 20 de Febrero, ambas aceras. Claramente en la periferia es inviable e insostenible pensar que alguien pague por algo que no tiene. Y es uno de los lugares donde más riesgo desde todo punto de vista existe por la circulación de camiones, de ómnibus.

Pero después de este shock de construcción y arreglo, ¿el mantenimiento seguiría dependiendo económicamente de los vecinos, como es hoy en día con las veredas?

No, yo creo que hay que rever todo eso. Tiene que haber un cambio legislativo porque la normativa sobre veredas es muy antigua y responde a otro modelo de ciudad. La práctica lo muestra. Hay que mirarlo desde todos lados: las normas de diseño, qué tipo de materiales son admitidos y a quién corresponde la financiación.

Al igual que Virginia Cáceres del Partido Colorado, planteás reactivar la Estación Central.

Es algo que tiene décadas desde el mismo momento que dejaron de circular los trenes. De hecho, el llamado a concesión de la estación que fue el origen de este pleito judicial fue en el segundo gobierno de (Julio María) Sanguinetti en el marco del Plan Fénix y ya ahí había una expectativa de que fuera un proyecto ancla de la ciudad, en ese caso promovido por el Poder Ejecutivo. A lo largo de estas décadas hubo muchas iniciativas. Yo creo que ahora sí estamos llegando al momento que es posible hacer un acto de reivindicación porque están terminando los procesos judiciales. El Estado viene ganando y va a terminar ganando. Las reclamaciones del particular eran absurdas desde el punto de vista económico que fue lo que dificultó y el Estado tiene la propiedad del bien, de la estación y de la playa de maniobras. La intendencia es responsable de todo el entorno, puede intervenir con mejora del espacio público, drenajes, que es una zona crítica.

Salvador Schelotto

¿En el próximo periodo se podría hacer?

Si yo fuera intendente, sería uno de mis tres proyectos emblemáticos. Otro es el entorno de lo que era la Compañía del Gas y Dique Mauá, que también es una oportunidad de la ciudad dormida. Está en manos del Ministerio de Industria y el ministerio no tiene el menor interés. Ya se descartó la venta o la privatización de ese espacio, entonces la ciudad tiene que apropiárselo por la vía que sea, por convenio, por acuerdo, por coparticipación público-pública. Y por último, creo que hay que dar una respuesta a la ciudad postergada. Hay otros proyectos, pero el de un parque en el norte me parece que es una idea bien elocuente.

¿Cómo te imaginás ese nuevo Parque del Norte, que has dicho que lo harías en la base Boiso Lanza de la Fuerza Aérea?

Evidentemente es polémico. Aunque a mí me consta, más allá de lo que se diga por parte de las autoridades, que a la Fuerza Aérea no le es funcional estar instalada ahí y que hubo intentos por trasladar el comando general hacia lo que era el viejo aeropuerto de Carrasco, probablemente más apropiada la localización. Después está todo lo que implique un traslado, una movilización, los problemas económicos, los contrapartes que se quieran reclamar. Eso será objeto de conversaciones y negociaciones. El parque me lo imagino como una gran extensión verde. Pero también puede ser un lugar donde haya activación cultural y que eso derrame desde el punto de vista social. La intendencia tiene experiencia muy positiva de cogestión de espacios. Obviamente que esto requiere un trabajo con la comunidad. El lugar también fue un centro de detención ilegal y de tortura, hubo personas que desaparecieron en la base de Boiso Lanza en la época de la dictadura, y creo que debe también generarse un sitio de memoria aunque no tiene que ocupar una superficie muy importante.

Al principio de la campaña estuvo aquella situación en Desayunos Informales donde los periodistas recordaron unos tuits que habías escrito criticándolos y se generó una discusión. ¿Cómo sería tu relación con la prensa en el caso de ser intendente?

La más normal. Ese episodio ya lo dejé atrás. Como ciudadano, pero después obviamente como figura pública o como gestor o gobernante, por supuesto que tengo un derecho de opinión. Así como el periodismo, los medios de comunicación, son una garantía de la democracia, también es una garantía que cada ciudadano pueda expresarse, siempre desde el respeto y no extralimitándose en el insulto, la descalificación. Si se me señala algo, y yo puedo haberme excedido, ningún problema... Pero también respetando mi capacidad de tener una visión sobre ciertas prácticas o ciertas formas de comunicar. Tengo más de 40 años de trayectoria pública, nunca tuve un conflicto absolutamente con nadie. Es más, me han tirado con todo tipo de acusaciones y me resbalan.

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