El síndico, Carlos López, que intervino la planta de Boreal SA tras el ingreso a concurso de acreedores, logró vender las 20 toneladas de cannabis que había en el establecimiento y ahora intentará por cuarta vez rematar la empresa.
De las 20 toneladas que se vendieron, que se conocen como cáñamo porque no tienen el componente psicoactivo de la marihuana (THC), cinco eran de uso medicinal y el resto eran de uso industrial. La venta se concretó por US$ 18 mil y se realizó en seis lotes diferentes que fueron adquiridos por tres empresas, según explicó López a El Observador.
La venta de esta mercadería se hizo a través de una licitación cerrada ya que solo 6 empresas en Uruguay tienen habilitación para manipular la mercadería. Otras seis toneladas habían sido vendidas apenas había cerrado la planta. Si estas 20 toneladas no se vendían se iban a destruir.
La empresa Boreal —Ignapin SA– presentaba el proyecto como la planta de secado de cannabis medicinal más grande de América Latina. Las instalaciones fueron presentadas en 2020, en plena pandemia del covid-19, con la presencia del presidente Luis Lacalle Pou y otros representantes del Poder Ejecutivo. La inversión provenía mayoritariamente de empresarios canadienses que estaban representados en Uruguay por el hoy fallecido empresario Gonzalo Aguiar.
La planta, de casi 5.000 metros cuadrados de superficie, cuenta con una capacidad de producción de hasta 20 toneladas diarias de cáñamo y la posibilidad de generar hasta 1.000 empleos directos e indirectos, señalaban desde la empresa hace tres años en la inauguración.
Sin embargo, nunca llegó a emplear a más de 400 personas y a mitad de 2023 despidió a todos sus empleados por WhatsApp. Poco después, la empresa se declaró en concurso y los inversores canadienses presentaron una denuncia por estafa contra Aguiar. El empresario uruguayo murió en febrero de este año y la principal acusada por la muerte es su expareja aunque se investiga si fue por legítima defensa.
Último intento
El próximo paso será rematar la planta y esa instancia se realizará en dos partes el próximo 26 de noviembre. En una primera instancia se realizará un último intento de venta en bloque con una base de US$ 1 millón. Este remate se realizará probablemente en un hotel de Salto y será el cuarto intento de vender la unidad productiva en bloque.
López entiende que ahora que vendieron las 20 toneladas de cáñamo el abanico de interesados se amplía porque no es necesario tener una habilitación para manejar ese tipo de mercadería. Incluso, dijo el síndico, el establecimiento y la tecnología con la que cuenta puede ser utilizado para otro tipo de producción.
Si ese intento fracasa, habrá un segundo remate ese mismo día por la tarde en la planta mismo y se buscará vender todo lo que hay allí por partes. Ya se loteó todo lo que es “separable” y este remate no tendrá base. “Se vende sí o sí”, aseguró López.
La idea de hacer este remate en la planta mismo es que el potencial comprado pueda ver lo que va a comprar.
