Los vecinos terminaron cerrando la casa con cadenas e instalando una alarma para evitar que se meta gente a ocuparla
La casona en San Salvador 2126
Foto: Inés Guimaraens Si hubiese una cámara que capturara en timelapse la vida de las casas en el Parque Rodó en los últimos años, probablemente pocas mostrarían una historia tan curiosa como la de San Salvador 2126.
Desde hace siete años en la parte inferior de la casona está la comparsa La Rodó. La puerta por la que entran sus integrantes –el número es 2122– contrasta con el resto del edificio: la madera está pintada de un verde manzana y enmarcada en un arco blanco con rectángulos azules y rosados.
Es común en el barrio ver la comparsa ensayar por la calle, como se ve en el siguiente video:
Además, tras el shock de la pandemia, La Rodó agregó una nueva actividad. Empezó a repartir viandas a algunos integrantes que la necesitaban. La iniciativa fue evolucionando hasta el punto de que la comparsa tiene una olla solidaria –Olla La Rodó– que funciona también en el lugar, contó la directora de la comparsa, Gabriela García, a El Observador.
Como en otras zonas de la ciudad, los ensayos de la comparsa y la presencia de la olla generan molestias en algunos vecinos. Sin embargo, la tensión en el barrio aumentó al punto de que se enviara una carta al Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y al Ministerio del Interior por otros factores. Uno de ellos terminó afectando a la propia casona y llevó hacía allí la atención de los medios.
Los cambios en este edificio sucedieron principalmente en la parte superior, la que se ingresa por la puerta 2126.
Un sábado de abril de 2019, el Herrerismo organizó el "Gran baile de los jóvenes de la 71" en San Salvador 2126, según consta en la página web del Partido Nacional. El sector que fundó Luis Lacalle Herrera, y que por entonces contaba entre sus referentes con Gustavo Penadés, alquilaba el edificio y tenía ahí un club político.
El histórico sector blanco siguió en la casona pasadas las elecciones que ganó Luis Lacalle Pou. Cuando Laura Raffo fue la candidata única de la coalición para las departamentales, la casa de San Salvador era todavía un local de la 71. Así lo muestra este tuit de agosto de 2020:
Casi un año después de la foto donde los militantes mostraban una bandera en apoyo a Raffo, la diputada comunista Micaela Melgar hizo un pedido de informe al Mides sobre el edificio en San Salvador.
Melgar le consultó a la cartera si gestionaba un centro en ese lugar y pidió algunos detalles. En marzo de 2022, el Mides emitió su respuesta, con la firma del por entonces ministro Martín Lema.
El Mides indicó que ahí funcionaba un centro nocturno del Programa Calle, que el equipo correspondía "a la OSC Solidaridad en Acción (SEA), con iguales características que los demás centros nocturnos del Programa Calle" y que se alquilaba el local por $85 mil mensuales.
Además, también ante la pregunta específica de la diputada, la respuesta decía que la cartera no había realizado obras en el inmueble.
El centro nocturno provocaba molestias entre los vecinos. En marzo de 2024, denunciaron ante el Mides situaciones de inseguridad y problemas de convivencia afuera del centro, dijeron desde el ministerio a El Observador.
Ese mes, vecinos enviaron una carta a Martín Lema y al ministro del Interior, Nicolás Martinelli, donde plantearon un escenario general de inseguridad en la zona.
"Tanto la Seccional 5ta, como el Sistema 911, como Mides Situación de Calle, pueden dar cuenta de las innumerables denuncias y llamadas de los vecinos y comerciantes ante las diversas situaciones de inseguridad, como robos a casas, autos, hurtos, rapiñas, situaciones de violencia, consumo de drogas, venta de drogas, personas en situación de calle que duermen y acampan en la calle y portales de nuestras casas, peri feriantes que a la vista de todos los días miércoles trafican y consumen drogas", decía la carta a la que accedió El Observador.
En mayo de ese año, el centro pasó a ser 24 horas y cambió el perfil de los usuarios. Pasó de haber personas que solo pasaban ahí la noche a hombres que estaban permanentemente y que desarrollaron un vínculo con los vecinos. "No podemos decir nada de las personas que estaban en el refugio, siempre fueron muy correctos con nosotros. Eran personas que estaban permanente", dijo la directora de La Rodó, Gabriela García.
Por otra parte, García dijo que antes los robaban seguido. Ahora, ya no dejan nada de valor y "hace un tiempo" que no pasa.
Tras una denuncia en 2023, el Servicio de Salubridad Pública de la intendencia constató en San Salvador 2122 –es decir donde funciona la comparsa y la olla– una situación muy precaria. Encontró "malas condiciones edilicias y fondo con vegetaciones varias y abundantes, escombros, restos de muebles, hierros y varios insumos de todo tipo en mal estado, y además se observó excremento de roedores".
Según una resolución, la comuna ordenó a la dueña de la casa que realice la limpieza y la desratización del lugar y le dio 20 días para regularizar la situación. Tras contactos con el encargado de la casa, un familiar de la dueña, y extensiones del plazo inicial, en setiembre de ese año volvieron a ir inspectores al lugar. Nadie les atendió en el lugar y le pidieron a un vecino subir a la azotea para ver las condiciones de la casa. Constataron que la situación permanecía "incambiada", que los encargados de la casa habían hecho "caso omiso a las observaciones realizadas" y que el edificio continuaba "constituyéndose un foco insalubre para los vecinos linderos".
En noviembre, la intendencia multó a la dueña con 25 Unidades Reajustables, que en ese momento suponían unos $40 mil.
De todas formas, según García de La Rodó, la intendencia inspeccionó la olla y no encontró ningún problema. El problema está en el fondo de la casa, pero el servicio que prestan ellos no funciona en ese espacio.
Según una foto facilitada por un vecino, el fondo llegó al siguiente estado:
El Mides desocupó la casa a fines de diciembre de 2024. Desde la cartera explicaron a El Observador que se entendió que la casa no era el mejor espacio para lo que se buscaba y se gestionó el cambio a un lugar en la calle Yi. El ministerio está arreglando el lugar que dejó para devolvérselo a la dueña en estos días, añadieron.
Mientras tanto, la atención a esta casona de San Salvador, esquina Joaquín Requena, llegó después de un evento sobre el que informó Subrayado.
Como decían en la carta para el Mides y el Interior, los vecinos afirman que los miércoles, cuando tiene la lugar la feria de San Salvador, hay personas que ubican en los alrededores –"periferiantes"– con el objetivo de vender droga. Es decir, se establecen en la calle y ofrecen artículos, pero solo como fachada.
"Los días miércoles se venden, se consumen drogas en las puertas de nuestras casas. Estamos a 50 metros del Liceo 5 y a 120 metros del Liceo Zorrilla", dijo al noticiero un vecino que no quiso dar su nombre.
El pasado miércoles 15, dos hombres ingresaron a la casona que ya estaba vacía, según capturó la cámara de video de un vecino:
Después de este evento, los vecinos quedaron con el miedo de que la casona, que parecía abandonada, se volviera una boca de droga.
Como no lograban dar con el dueño, decidieron hacer arreglamos para cerrar la puerta, que había sido forzada. Actualmente, está cerrada con cadenas. Además, un vecino puso una alarma.
El Observador habló con el familiar de la dueña que es el encargado de la casa. El hombre no quiso dar declaraciones, pero afirmó que el problema se solucionó en 24 horas, que él se hizo presente en el lugar y que se hará cargo del costo de la alarma.
