“¿Cómo estás, uruguayo sin mate?”, le preguntaba el papa Francisco cuando lo veía. Sebastián Sansón Ferrari, un periodista uruguayo de 27 años, reside en Roma desde hace tres años y trabaja en la redacción en lengua española de Radio Vaticana – Vatican News. El medio de comunicación oficial de la Santa Sede.
En las ocasiones en que tuvo la posibilidad de saludar personalmente al Papa Francisco, en las Audiencias Generales, dice Sansón Ferrari, él se encargó de comentarle que era uruguayo, quizá el país más cercano a su natal Argentina, aunque también sabe que se enteró por otras vías.
“En uno de esos breves pero significativos intercambios, le confesé que, a pesar de ser uruguayo, no me gusta el mate. Desde entonces, cada vez que me veía y le estrechaba la mano, me lanzaba con una sonrisa ‘¿y el mate?’”.
“Era su forma de bromear y al mismo tiempo de recordar ese detalle con simpatía. Me sorprendía y alegraba que tuviera esa memoria tan viva, y sobre todo, ese estilo tan cercano, capaz de generar un vínculo humano auténtico incluso en medio de su intensa agenda”, agrega el periodista uruguayo.
Según cuenta, se encontró con el ya fallecido Papa Francisco en diversas ocasiones. Una de las más significativas fue participar en varias Audiencias Generales, los tradicionales encuentros que el Santo Padre mantiene con los fieles y peregrinos cada miércoles en la Plaza de San Pedro o en el Aula Pablo VI, según la época del año.
“En esas ocasiones, tuve el honor de desempeñarme como uno de los lectores en lengua española, proclamando el pasaje bíblico que inspiraba la catequesis del Papa y presentando los saludos dirigidos a los grupos hispanohablantes presentes”, dice.
Es que desde 2022, el Papa Francisco amplió la lectura en las Audiencias Generales a laicos trabajadores del Vaticano, un servicio que antes realizaban solamente religiosos de la Secretaría de Estado.
Su ingreso a Vatican News se dio dio a través de un contacto providencial con un sacerdote y periodista que ya conocía su experiencia profesional. A partir de ese vínculo, se postuló para un puesto en la redacción, participó en un proceso de selección y, tras superarlo, fue contratado.
“Considero esta oportunidad como un verdadero regalo, ya que me permite unir mi vocación periodística con mi fe y estar al servicio de un medio con una dimensión global y un mensaje profundamente humano y espiritual”, explica el uruguayo.
Llegó a Roma el 2 de enero de 2022, en un contexto todavía marcado por la pandemia de Covid-19. Italia, como muchos otros países europeos en ese momento, mantenía varias medidas sanitarias y de prevención, lo que hizo que su adaptación implicara también familiarizarse con una ciudad “en parte silenciada, pero siempre viva cultural y espiritualmente”.
El lunes 21 de abril de 2025, pasados tres años desde que comenzó a trabajar en Vatican News, Sansón Ferrari se encontraba en la radio junto a otros colegas, trabajando, cuando recibieron la noticia del fallecimiento del Papa Francisco.
“Fue un momento de absoluto shock, que aún persiste”, dice y agrega que “la conmoción fue profunda, no solo por lo inesperado del anuncio, sino porque el día anterior —Domingo de Pascua— lo había visto, como tantos fieles, asomarse a la logia central de la Basílica de San Pedro para impartir la bendición Urbi et Orbi”.
Según dice, esta aparición fue una gran sorpresa porque había una gran expectativa de todos los fieles, teniendo en cuenta la convalecencia que estaba observando tras su alta médica del Hospital Gemelli, donde estuvo ingresado 38 días desde el 14 de febrero hasta el 23 de marzo de 2025.
Ese día, el Papa Francisco recorrió la Plaza de San Pedro en el papamóvil, saludando y bendiciendo al Santo Pueblo Fiel de Dios. Antes de impartir la bendición Urbi et Orbi, pronunció unas breves palabras: “Queridos hermanos y hermanas, ¡feliz Pascua!”, y luego delegó la lectura de su mensaje a Monseñor Diego Ravelli, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias.
“Percibí, como muchos, que estaba haciendo un gran esfuerzo físico, pero también que deseaba profundamente estar presente, cerca de la gente, como lo ha estado a lo largo de todo su pontificado”, explica el periodista uruguayo.
El luto por el Papa Francisco desde adentro del Vaticano
“Tuve la gracia de poder despedirme de él en la capilla ardiente en Casa Santa Marta, su residencia, cuando se habilitó el acceso a los trabajadores del Vaticano: allí pude orar ante su féretro y agradecer al Señor la bendición de haberlo conocido y acompañado de cierto modo estos últimos años de su Pontificado, desde que llegué a Roma”, comenta Sansón Ferrari.
Según ha percibido estos últimos días, los fieles con los que se ha cruzado están inmensamente dolidos por el fallecimiento de Francisco, “conmovidos no solo por la pérdida de un Papa, sino por la partida de un pastor que supo acercarse a cada uno con humildad, cercanía y ternura”.
Una de las expresiones de este afecto que se puede constatar está en las largas colas que se están formando en las inmediaciones de la Plaza de San Pedro para rendirle un último tributo antes de su funeral este sábado 26 de abril de 2025.
En ese sentido, la ciudad de Roma está reforzando su seguridad para recibir a los miles de peregrinos que están llegando de todas las partes del mundo. En Vía de la Conciliación se han instalado vallados para controlar los accesos a la Plaza y a la Basílica de San Pedro. También se han colocado pantallas gigantes para que quienes no puedan entrar en la Plaza para la misa exequial del sábado puedan seguir la ceremonia.
Un aspecto muy significativo de la despedida al Papa Francisco es que los fieles que entran a la Basílica pasan por la Puerta Santa que él mismo abrió el 24 de diciembre de 2024 al inaugurar el Jubileo de la Esperanza.
“Es profundamente conmovedor ver cómo miles de personas caminan en silencio hacia el cuerpo del Papa, expuesto para la veneración, pasando por esa misma puerta que simboliza el paso del pecado a la gracia, de la oscuridad a la luz. Esa coincidencia no parece casual: Francisco abrió la Puerta Santa invitando al mundo a no perder la esperanza, incluso en tiempos de fractura y dolor. Hoy, en su partida, son esos mismos fieles quienes la cruzan para agradecerle, despedirlo y confiarlo al abrazo de Dios. Es un gesto cargado de sentido: el Papa que anunció la esperanza hasta el final, ahora la siembra incluso en su muerte”, remata el periodista.