Mientras en el ámbito penal se aguarda por un pedido de información a la justicia argentina, sobre el estado de situación judicial del CEO de la Wenance, Alejandro Muszak y otros responsables de la empresa, en la materia civil, el síndico de concurso le entregó al juez un escrito en el que detalló la lista de los acreedores que deberán cobrar y propuso el esquema de pago.
Según surge del escrito al que accedió El Observador, la sindicatura aceptó algo que reclamaban y es que no todo el dinero es patrimonio de Wenance por lo que propuso que lo que queda en las cuentas de la empresa en Uruguay se distribuya entre los acreedores.
Ahora la jueza del concurso, Constanza Farfalla, deberá analizar el informe, y si no hay oposiciones, dictará una sentencia en la que aceptará la propuesta del síndico que en este caso es la Liga de Defensa Comercial (Lideco), representada por el abogado Fernando Cabrera.
Cómo operaba Wenance en Uruguay
Cabrera relató que Wenance Uruguay desarrollaba su operativa a través de la captación de fondos de inversores a quienes se les otorgaba como garantía la cesión de vales firmados por los tomadores de los créditos.
"La empresa otorgaba pequeños créditos mediante la marca WELP en forma online y prácticamente sin requisitos. En ese esquema los inversores inyectaban capital con la expectativa de obtener elevados retornos a partir de los intereses aplicados a los microcréditos otorgados. Los conformes que se cedían eran exclusivamente por microcréditos lo que reforzaba el modelo de financiamiento basado en la alta rotación y el cobro de tasas de interés elevadas", explicó.
A los inversores "se les prometía una rentabilidad sustancial, fundamentada en la diferencia entre el capital prestado y los intereses cobrados a los tomadores de crédito".
Sin embargo, el síndico planteó que la falta de transparencia y trazabilidad de esos fondos derivó en una controversia concursal.
Problemas para determinar los fondos
Según indicó Cabrera, hubo un problema para delimitar qué porcentaje de lo cobrado correspondía efectivamente a la empresa concursada y qué parte perteneceía a los inversores, "dado que muchos de los conformes entregados como garantía a los inversores fueron cedidos a Latam Consumer Credit NV (LCC) con anterioridad o posterioridad a la cesión realizada a los inversores".
Otro problema, indicó, fue que tampoco se pudieron analizar los movimientos bancarios de las cuentas de la empresa en los bancos HSBC y Santander ya que esas cuentas "fueron cerradas con anterioridad a la intervención, impidiendo el acceso directo a la información relevante".
Por otra parte, “Wenance Argentina procedió al bloqueo total del sistema, ya sea directamente o mediante instrucciones impartidas a los proveedores de servicios informáticos, lo que generó un apagón informático que impidió la recuperación íntegra de los registros contables y operatives”.
Por todo ello, “únicamente se logró recuperar una fracción de los datos necesarios para la reconstrucción detallada de los flujos financieros”.
Los fondos disponibles y cómo se distribuirán
Los inversores reclamaban la titularidad de los créditos de las carteras respectivamente cedidas a cada uno de ellos. “Sostienen que Wenance tiene en su poder bienes y derechos de los cuales son titulares”, y piden que se aplique lo que establece la ley concursal (artículo 88 de la Ley N° 18.387) en cuanto a que los bienes que se encuentren en poder del deudor podrán ser reivindicados por su titular en cualquier estado del proceso concursal, siempre que acredite su derecho sobre los mismos.
Debido a que no existía un criterio único utilizado por los depositantes, Cabrera señaló que “considera razonable adoptar un criterio proporcional basado en la participación de la empresa concursada dentro del total de la cartera administrada y proceder a la distribución de los fondos en forma proporcional entre todos los inversores, de acuerdo con la prorrata de sus respectivos créditos".
En ese sentido propuso al juez tomar los créditos propiedad de Wenance Uruguay (que no fueron cedidos) en el porcentaje de la cartera total y a ese monto sumarle el 8% correspondiente a los gastos administrativos que la empresa cobraba a los inversores, mientras que el remanente de los fondos correspondería a los inversores, explicó en el escrito.
O sea que concluyó que “el porcentaje corespondiente a la cartera de la empresa más los gastos administrativos serían de su propiedad, mientras que el porcentaje restante pertenece a los inversores”.
De acuerdo con ello, indicó que el 71% de lo depositado en las cuentas es de los inversores y 29% de Wenance, teniendo en cuenta que el único bien disponible es el dinero de las cuentas bancarias.
En ese sentido informó al juez que al día de la fecha del escrito (17 de febrero de 2025) había US$ 1.650.000 para ser distribuidos entre los 560 acreedores que verificaron sus créditos (tomando ese valor del dólar a $43,421 significan la suma de $ 71 millones). A ello correspondería imputar el 29%, que es de la empresa y son unos $15 millones.
Además señaló la existencia de una importante cantidad de créditos en mora que se debe a la operativa intencionada dirigida por Musak de reservar las mejores carteras para ser cedidas a LCC, y perjudicando a la masa de inversores adjudicándoles las carteras ya morosas o con deudores de poca o nula capacidad de repago, por lo que descontando las sumas correspondientes a una mora mayor a 360 días que podrían catalogarse como incobrables.
Por lo que descontando la mora, concluyó que la masa activa de Wenance Uruguay SA asciende a $82 millones, es decir unos US$ 1,9 millones.