El presidente electo Yamandú Orsi dijo que en su gobierno será "imprescindible" tener "la mejor relación posible" con el mandatario de Argentina, Javier Milei, y marcó que aunque no se llegue a acuerdos jamás deberán renunciar a "conversar".
En una entrevista con la revista argentina Quorum -del grupo El Observador- publicada este lunes, a Orsi le consultaron qué estrategias usará para fortalecer los lazos bilaterales con Argentina.
El mandatario electo primero explicó que como profesor de Historia siempre le interesaron los "vínculos históricos, las raíces profundas" del relacionamiento entre ambos países, y "el rol central del artiguismo en la concepción federal que impulsó".
Luego recordó que cuando dijo que "los uruguayos somos argentinos sin intensidad" en una reunión con empresarios argentinos recibió críticas en la campaña, pero también "hilaridad y genuina coincidencia" de los propios argentinos.
"Uruguay seguirá estando, donde está, geográficamente hablando y Argentina lo mismo. ¿Es inteligente, es lo procedente, es de sentido común vivir enfrentados? Francamente creo que no", expresó.
Tras ello, destacó que Milei "ya ha dado signos positivos" de una búsqueda de un buen relacionamiento "con el tema del dragado del Río de la Plata", un asunto "de larga data y de una sucesión de desencuentros" en las "relaciones bilaterales".
"No tenemos derecho a no hacer uno y mil intentos para lograr coincidencias, no para nuestro gobiernos sino para nuestros pueblos. En mis dos décadas de gestión y de gobierno a nivel departamental en la Intendencia de Canelones hice del diálogo mi estrategia. Podremos acordar o no, pero jamás debemos renunciar a conversar y procurar los acuerdos", continuó el presidente electo.
Orsi declaró que quiere construir "la mejor relación posible" con Milei, y cree que su par argentino tiene "el mismo propósito". "Confío absolutamente que ambos gobiernos apostamos a tener una relación fructífera, por supuesto, no exenta de debates, polémicas y naturales desacuerdos", agregó.
Para el sucesor de Luis Lacalle Pou este buen vínculo "es posible, necesario e imprescindible para los uruguayos y para los argentinos", y rememoró que "a veces ciertas presuntas afinidades ideológicas dejaron en claro un sinfín de sinsabores", como "el episodio de los puentes cortados" que "es cosa del pasado".
"Me preguntaron en un evento de campaña desarrollado en Punta del Este cómo me definía en lo político y lo hice. Soy un progresista pragmático. Progresista y pragmático, las dos cosas", concluyó.
Por otra parte, el futuro mandatario marcó que muchos empresarios argentinos "pueden dar crédito" de su actuación en Canelones: "Muchos mantuvieron reuniones conmigo y tienen claro que independientemente de quién gobierne Uruguay es un país de reglas claras para los inversores, con una clara separación de poderes y con un sano nivel de convivencia política a pesar de ciertos episodios ocurridos en la última campaña".