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Controles militares, comercios cerrados y tapabocas, las medidas para Rivera
El presidente Luis Lacalle Pou llegó este domingo sobre las 19 horas a la ciudad de Rivera, y este lunes a primera hora encabezará una reunión del Centro Coordinador de Emergencias Departamentales (Cecoed), junto a otras autoridades departamentales y del Poder Ejecutivo.
Los focos del gobierno están puestos sobre ese departamento, donde se registran 12 casos activos y este sábado ocurrieron dos muertes por la pandemia. Los pacientes que fallecieron, con horas de diferencia, tenían 76 y 90 años.
La principal preocupación está vinculada con el carácter binacional de la ciudad de Rivera, limítrofe con Santana do Livramento (Brasil) y con una frontera seca de 9 kilómetros de extensión, y por eso este domingo luego de una reunión entre autoridades uruguayas y brasileñas se resolvieron nuevas medidas para frenar el avance del virus.
Según informó el MSP en la noche de este domingo, se instalarán barreras sanitarias en puntos estratégicos de la ciudad y los militares que controlarán los accesos sólo dejarán pasar al conductor que tenga razones justificadas, se propondrá el cierre de los comercios por 15 días para desalentar el turismo ya que cada fin de semana llegan 800 vehículos desde Río Grande del Sur, y se realizarán controles sanitarios a los pasajeros de ómnibus interdepartamentales.
Las autoridades uruguayas estudiarán la posibilidad de hacer "tests rápidos", algo que se nutrirá del "aporte de Brasil" y de la coordinación del cónsul general de Uruguay ante Pelotas, Pablo Bayarres. Según anunció el ministerio, se evaluará la posibilidad de hacer tests "en base a cadenas epidemiológicas" detectadas en Santana do Livramento.
Este lunes, el director del Instituto Nacional de Estadísticas, Diego Aboal, anunció que esta semana se realizará un test masivo que abarcará a toda la ciudad de Rivera con una muestra de 1.000 casos. "El primer (operativo) que alcanza a toda una ciudad", escribió el jerarca.
La coordinadora general del MSP, Karina Rando, dijo este domingo en una entrevista con Telenoche que la situación en Rivera había cambiado "drásticamente" a partir del brote epidemiológico. "Aparecieron casos nuevos, graves. Y por eso es que las autoridades se desplazaron desde Montevideo.", afirmó la jerarca.
Alma Galup, intendenta de Rivera, participó en la reunión entre las autoridades uruguayas y brasileñas y señaló a El Observador que se seguirá trabajando en un "mapeo georreferencial", tanto del lado brasileño como del uruguayo, para controlar dónde están los casos activos y cuál es su círculo más cercano. Tal como muestra un mapa elaborado por el MSP, la mayor parte de los casos activos refieren a personas que viven en los barrios más cercanos a la frontera.
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Galup subrayó que en la reunión se trabajó sobre la "fiscalización" en el uso de tapabocas. Este domingo el MSP anunció que se "estudiarán las posibles acciones positivas" para quienes incumplan la exhortación.
La autoridades insistirán en los controles de documentación a lo largo de la frontera de 9 kilómetros que separa la ciudad de Rivera con Santana do Livramento, en una especie de "aduana móvil" que trabajará a lo largo del día en toda esa extensión.
La intendenta dijo que no está sobre la mesa cerrar la frontera por completo. "Acá el cierre de fronteras es imposible. No amerita. Lo que hay que hacer es seguir insistiendo en la educación, ingeniarse en cuanto a los planteos, implementar la búsqueda constante (de casos) y un monitoreo permanente sobre las medidas tomadas", explicó Galup.
En el departamento se instaló un equipo de análisis de muestras para detectar la presencia de covid-19 y así acelerar la obtención de los resultados. De esta manera se trasladó hacia ese punto del país un equipo de detección PCR, producto de un trabajo conjunto entre el Escuela Nacional de Enfermería y la Universidad de la República.
Galup subrayó que esta infraestructura permitirá hacer más hisopados, algo en lo que también se hará hincapié. Según los datos de la intendenta, el domingo se tomaron 50 muestras.
Entre las medidas que anunció el MSP está el control por parte del Ministerio de Transporte y Obras Públicas del uso obligatorio de tapabocas en los ómnibus interdepartamentales, donde también se medirá la temperatura y se supervisará que los pacientes tengan "síntomas respiratorios".
Según dijo a El Observador el jefe de la torre de control de Tres Cruces, Pablo Saraví, no se hacen controles sanitarios sobre las personas que suben y bajan de los vehículos en la terminal.
La terminal se limita a seguir las pautas que le impuso el MTOP. “No hay nadie controlando a las personas que bajan de cada coche. No se les toma la temperatura ni se les hace un diagnóstico. Controlamos el documento, el nombre y el número de teléfono de cada una de las personas que suben a los vehículos, como ordenó el ministerio hace unas semanas”, señaló el domingo Saravi.
Esto último se hace para asegurar la comunicación con todos los pasajeros de un mismo coche en caso de que se detecte un caso positivo y haya que contactarlos.
"Sacoleros"
La intendenta afirmó que existe preocupación por los "sacoleros", como se conoce a las personas que pasan al lado uruguayo a comprar productos que están más baratos que en Santana do Livramento. Según Galup, algunas de estas personas están organizadas y vienen a comprar cada una mercadería por US$ 300 –el límite legalmente admitido para ingresar a Brasil–, que luego revenden.
Así, por ejemplo, llegan 10 personas por separado que en total se llevan US$ 3.000 de mercadería comprada en Uruguay. El fin de semana pasado accedieron al país 800 vehículos de ciudades aledañas a Livramento, que vinieron exclusivamente a hacer compras, según información de la que dispone la intendencia.
"Siempre estuvo el sacolero, siempre estuvo el contrabandista, pero nunca estuvo la pandemia. Lo que se ve como algo natural, deja de ser natural en estas circunstancias. Sabemos que hay comerciantes que viven de esto y lo que ellos venden es legal, ellos entran legalmente por Brasil. El objetivo es frenar este tipo de comercio, pero es un problema de dificilísima solución y no podemos frenarlo", señaló.
Lo mismo sucede a la inversa: los uruguayos también "cruzan" a Brasil para aprovechar las ofertas. "Nuestra población cobra y va a hacer su surtido. Se da más con la población de menores ingresos, que va a comprar de todo: porotos, azúcar, cierto tipo de fideos, jabón, papel higiénico. La diferencia de precios es muy significativa en todo lo que compone la canasta básica", indicó la intendenta.
