Lunes 25 de marzo. El imperio de Donald Trump parece tambalearse.
Ya hay encuestas que le dan ventaja a Joe Biden en las presidenciales. Pero eso es noviembre. Ahora, Trump está sentado en un tribunal de Manhattan, citado por uno de los cuatro juicios penales que enfrenta y son malas noticias.
La jauría de abogados del ex presidente había encontrado un argumento legal para solicitar que se desestime el caso por la contabilidad creativa que disimuló el pago a una estrella porno antes de las elecciones del 2016. Moción denegada.
El juicio sigue firme para el 15 de abril. Pero entonces le avisan.
Al menos una buena. En una corte de apelaciones no tan lejos en Manhattan, un magistrado se apiadó de él.
En una demanda civil en la que se lo encontró culpable de inflar sus activos para conseguir mejores créditos, redujo de u$s 545 a u$s 175 millones el bono que se le exigía mientras apelaba el caso de fraude.
Showman acabado, Trump no iba a dejar pasar la oportunidad. Después de todo, la fiscal de Nueva York venía amenazándolo con incautar desde sus mega-torres hasta sus campos de golf.
Así que dio una conferencia de prensa en el lobby de su rascacielos de 40 Wall Street y agradeció no haber tenido que vender propiedades y, sobre todo, no privar de fondos a la campaña.
Todavía era lunes. Para cuando le daban la noticia del “descuento” salvador, en esas horas, su compañía de redes sociales Trump Media & Technology Group finalmente lograba cerrar una fusión que supuso 29 meses de negociación interminable.
Digital World Acquisition Corp acordó comprar la empresa de Trump en 2021 con el objetivo de que Truth, la red social del político, comenzara a cotizar en el Nasdaq, algo que ocurrió hoy martes.
Bajo el símbolo “DJT”, el mismo con el que debutaron en 1995 las acciones del Trump Hotel & Casino Resorts, los papeles llegaron a dispararse 56% hasta los u$s 78.
Pero fueron desinflándose para terminar con una suba mucho menos eufórica de 16% hasta los u$s 58. Así y todo, no deja de ser impresionante que el mercado otorgue a la empresa un valor de u$s 11.000 millones.
El lunes, el valor neto de la fortuna de Trump se incrementó en más de u$s 4.000 millones.
Según el índice de multimillonarios de Bloomberg, eso significa que el candidato republicano se coló en la lista de las 500 personas más acaudaladas del mundo con un patrimonio de u$s 6.500 millones.
Si le sumamos el estreno bursátil, ya son u$s 7.200 millones. En el papel, no líquidos.
Un lunes cualquiera.
Cómo fue la operación
Las acciones de DWAC cerraron en u$s 49,95 el lunes, un alza de 185% desde inicios de año.
El valor de la participación del 58% de Trump en la compañía asciende así a u$s 3.900 millones.
Poder cerrar la operación implicó superar muchas trabas, desde investigaciones y acuerdos con la Securities and Exchange Commission (el órgano regulador de los mercados) y demandas de último momento de ejecutivos e inversores.
DWAC es lo que se conoce como una SPAC (Sociedad de Propósito Especial de Adquisición), esto es, una sociedad cotizada cuyo único propósito es llevar a cabo una fusión o una adquisición.
Como empresa, es una suerte de cascarón que facilita la salida a Bolsa de forma indirecta.
Trump fue rico toda su vida pero su fortuna llegó a un máximo de u$s 3.100 millones, básicamente compuesta por activos inmobiliarios.
Claro que ahora esas cifras deben ser relativizadas al conocerse que durante años sobredimensionó el valor de sus propiedades y demás inversiones para conseguir crédito en mejores condiciones.
El acuerdo realizado para el desembarco de Truth en Wall Street impone entre otras condiciones que Trump no puede desprenderse de sus acciones por seis meses, una limitante importante en tiempos en que puede volver a verse necesitado de cash.
Desterrado de Twitter
Trump siempre usó las redes compulsivamente y sin filtro. Parte de su personaje -además de la celebrity televisiva- es producto de esos mensajes incendiarios y desopilantes. Pero un día lo echaron.
Fue expulsado tanto de Twitter como de Facebook por mensajes que los moderadores de contenidos consideraron que incitaban a la violencia en relación con el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. Entonces fundó Truth.
La compra de Twitter por parte de Elon Musk le abrió las puertas después del exilio.
De hecho, el propio Trump, el perfil de más éxito de Truth, tiene allí muchísimos menos seguidores (6,7 millones) que en Twitter y que aún retiene, pese a no publicar nuevos mensajes (87,5 millones).
El principal atractivo de Truth, aseguran, es que tiene la exclusiva de los mensajes del ex presidente pero nunca conquistó al gran público.
Además, las cuentas nunca cerraron. Entre enero y septiembre de 2023 tuvo pérdidas por u$s 49 millones.
El brillo de esta jugada bursátil quizás cambie las cosas.
No puede ser tan difícil para Trump. Son apenas unos millones de seguidores.
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