La paciencia de Peñarol y la impronta de Larriera para encontrar el equipo

El entrenador aurinegro consolida la tendencia que ha manejado en sus últimos compromisos porque cree en sus jugadores, los tiene a todos bien y apuesta por ellos.

Parece que al menos para Larriera, la paciencia comienza a dar sus frutos.

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En ese rompecabezas que tomó cuando se hizo cargo del plantel de Peñarol y pese a que se le han ido algunos jugadores más de renombre que de rendimiento en los últimos tiempos, como ha sucedido con el excapitán Cristian “Cebolla” Rodríguez, el delantero Fabián Estoyanoff o Matías Britos, solo por citar algunos de los que él tenía en cuenta en el grupo, el entrenador carbonero pretende enderezar el barco.

Entonces apuesta por su impronta. Intenta mantener su estilo, pero para hacerlo, primero debe imponerlo y para poder imponerlo, antes debe lograr que sus jugadores se convenzan para qué están en este Peñarol.

Staff Images / Conmebol

Esa no es una tarea sencilla para un técnico que llegó sin espalda alguna al club, que, como él mismo maneja, “todos los técnicos son interinos”, como decía Luis Garisto, y que, si no le hubiera ganado a Cerro Largo en el partido pasado, habría dejado de ser el DT aurinegro.

Sin embargo, Larriera apuesta por lo suyo. Sin los principales referentes, la bandera del liderazgo la tomó -ahora casi en soledad, ya que antes también era una de las voces más escuchadas en el vestuario- Walter Gargano. Y Gargano se siente importante y eso ha redundado en una mejora en su rendimiento, sin llegar a ser lo que fue cuando arribó al club.

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En ese rompecabezas, de a poco las piezas empiezan a encastrarse. El de esta noche ante Sport Huancayo de Perú, el partido número 100 oficial de Peñarol en el Estadio Campeón del Siglo, es un encuentro muy importante para comenzar bien en la fase de grupos de la Copa Sudamericana que además integran Corinthians de Brasil y River Plate de Paraguay. Porque, además, en este nuevo formato del torneo, de todas las llaves solo clasificará a la siguiente fase el primero.

Esta vez a Peñarol no le alcanzará con ganar sus tres compromisos como local para clasificar. Tendrá que buscar puntos en el exterior, una de sus grandes falencias en lo que va de todo este siglo.

¿Cómo comenzó a consolidar el equipo Larriera? El punto de inflexión se vio cuando enfrentaron a Wanderers en el Parque Viera. Peñarol venía de recibir un golpazo en el minuto 90+4’ contra Cerro Largo en Melo y el DT realizó un cambio que mejoró el rendimiento de un conjunto con muchas lagunas: le dio la titularidad a Juan Acosta en el lateral derecho y subió a Giovanni González como volante externo por esa misma punta.

Hasta ese encuentro, había jugado con González en el lateral, un rombo en el medio con Krisztián Vadócz, Agustín Álvarez Wallace, Jesús Trindade y Facundo Torres como vértice más adelantado.

Ya contra Wanderers, Larriera cambió sustancialmente de táctica y de forma de parar al equipo.

Volvió Gargano a la titularidad con Trindade como doble 5 y como extremos jugaron Giovanni por derecha y Torres por izquierda, manteniendo en ofensiva a Matías Britos con Agustín Álvarez Martínez. Hay que tener en cuenta que entonces, David Terans se encontraba lesionado.

De esa manera, el equipo comenzó a consolidarse. No jugó un fútbol químicamente puro y lo que es peor, contó con muchos bajones futbolísticos de ahí en adelante, pero en general, mostró otra cara.

Ante Montevideo City Torque, con Trindade lesionado, mantuvo a Gargano en el doble 5 y volvió Álvarez Wallace, pero tampoco pudo jugar Giovanni y lo suplantó David Terans en una posición en la que nunca se ha podido destacar.

Peñarol sufrió dos golpazos más, uno contra Plaza Colonia que le ganó 3-1 en el Campeón del Siglo, y otro en la ida de la llave ante Cerro Largo por la Copa Sudamericana cuando otra vez Enzo Borges le igualó en los minutos de adición. Ahí Larriera se equivocó con los cambios en el segundo tiempo luego de ganar con luz 2-0 en el primero.

De los errores se aprende y en la revancha (4-1) no lo volvió a hacer.

Entre medio, el entrenador cambió nuevamente ante Progreso. Con el retorno de Giovanni, este volvió a su ubicación como extremo derecho, Terans pasó a la izquierda, y Larriera le dio la titularidad al húngaro Vadócz junto a Gargano, cosa que mantuvo hasta el último encuentro contra Fénix. Arriba, también cambió: sacó a Matías Britos y colocó allí a Torres.

Ya para el compromiso de ida contra Cerro Largo en el Viera, Trindade suplantó a Vadócz -quien no renovaría con el club-, y el resto del equipo se mantuvo.

Una de las virtudes del entrenador de Peñarol es que encontró el equipo. Por tercera vez consecutiva volverá a colocar a los mismos 11 futbolistas, algo que ocurría en los años de 1970 y 1980 en el fútbol uruguayo cuando normalmente los titulares eran prácticamente inamovibles.

Los 11 de memoria para Larriera serán otra vez Kevin Dawson; Maximiliano Pereira, Fabricio Formiliano, Gary Kagelmacher, Joaquín Piquerez; Giovanni González, Jesús Trindade, Walter Gargano, Facundo Torres; Agustín Álvarez Martínez y David Terans.

Peñarol busca su primera victoria en la fase de grupos de la Copa Sudamericana y Larriera tiene muy claro el equipo y a qué va a apostar. De allí a que se vea el mejor fútbol hay un camino a recorrer, pero al menos, el conjunto titular ya lo tiene bien claro.