"Nuestra historia nació a partir de su puerto, de su mar, y tenemos que ser consecuentes". Con esa idea en mente llegó este jueves el candidato de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, a la primera edición del ciclo de charlas con los presidenciables de todos los partidos organizada por la Liga Marítima Uruguaya.
El general retirado fue presentado como "la figura emergente más notoria de este período de la democracia", ante un público constituido en su mayoría por hombres de edad avanzada, que se acercaron a la Casa de Manuel Ximénez y Gómez –en Ciudad Vieja– para escuchar las propuestas de Cabildo Abierto.
Entre camaradas, Manini Ríos se explayó sobre "el hostigamiento" del que son víctimas las Fuerzas Armadas desde que en 1985 se restauró la democracia. Señaló que hay que mirar "con un criterio de justicia y no de revancha" el hecho de que los militares sean "los servidores públicos que más horas cumplen y menos ganan", así como los escasos recursos asignados a la Armada Nacional, que imposibilitan el cumplimiento de las misiones asignadas.
El excomandante sostuvo que la reducción o eliminación del Ejército, como algunos proponen basándose en el ejemplo de Costa Rica, es un error. "Yo diría que el día que no haya Fuerzas Armadas, vamos a tener que (...) pedirle a Washington que nos venga a ayudar con el problema, eso nadie lo dice. Acá nadie está pensando en una guerra con Brasil o Argentina sino en defender nuestros recursos, a veces de organizaciones que podrían recurrir a la fuerza si no estuviera esa barrera de las Fuerzas Armadas", expresó Manini Ríos.
"Los ambientalistas de Gualeguaychú perfectamente podrían haber cruzado el río y volado la planta de Botnia. Si no lo hicieron es porque saben que hay una fuerza disuasiva que lo evita", ejemplificó, a lo que los presentes –muchos de ellos tomando apuntes– asintieron convencidos.
UPM y el riesgo de transformarnos "en un gran bosque"
La instalación de la segunda planta de UPM en Pueblo Centenario (Durazno), no obstante, es uno de los logros de esta administración que el general retirado más critica. "Si nos transformamos en un gran bosque donde trabajen dos o tres multinacionales, no tenemos futuro", indicó, enfatizando así la necesidad de diversificar la producción que tiene Uruguay. Meses atrás, el candidato envió a la empresa finlandesa una carta para transmitir su voluntad de revisar cláusula por cláusula el contrato firmado con el gobierno.
En el evento de este jueves, Manini Ríos también expresó sus objeciones con respecto a la construcción de la pastera, pero esta vez hizo énfasis en el posible impacto que tendrá en el bolsillo de quienes viven de la pesca. Dijo, por ejemplo, que el próximo gobierno deberá reconsiderar la construcción de una terminal portuaria en el puerto de Montevideo exclusivamente destinada al almacenamiento de celulosa y otras sustancias químicas, como fue acordado en el contrato, porque puede "afectar" a los "pescadores y otra gente que hace uso de la zona".
Diego Battiste
"El apoyo de Brasil" que necesitará el próximo gobierno
Al hablar del mar, hay una idea que desvela al general retirado: lograr que Uruguay se convierta en "el puerto de la región" a partir de la construcción de un puerto de aguas profundas. Manini Ríos consideró este jueves que "las condiciones políticas de la región pueden llegar a ser más favorables que hace un tiempo" para que este proyecto se concrete.
"Creemos que en poco tiempo las profundidades de nuestro puerto y del puerto de Buenos Aires no van a dar abasto para los buques de gran porte", advirtió el candidato, y estimó que hay puntos de las cuencas de la laguna Merín, del río de la Plata y del río Uruguay que pueden servir como alternativa. Sin embargo, subrayó que para consolidar la construcción del puerto de aguas profundas va a ser necesario "el aval o el apoyo de Brasil". En este sentido consideró que hay formas de "hacer atractiva" la idea para el país presidido por Jair Bolsonaro, como las "concesiones" y las "zonas francas".
El candidato también identificó la necesidad de aglutinar "todo lo que el Estado hace en el mundo marítimo" en una sola unidad dependiente del Poder Ejecutivo, con el fin de fortalecer estas actividades. "Secretaría de Asuntos Marítimos" fue el nombre que aventuró para este nuevo organismo gubernamental, que según el excomantante permitirá desarrollar con mayor eficacia "determinadas áreas de la actividad que hoy no están lo suficientemente atendidas o, en algunos casos, son ignoradas".
Por otra parte, el líder de Cabildo Abierto destacó la Ley Forestal –aprobada en 1987, durante la primera presidencia de Julio María Sanguinetti– y dijo que es necesario impulsar una norma que incentive la acuicultura. Al igual que "hace 32 años no existían ni una de las millones de hectáreas que hoy hay plantadas y que generan uno de los rubros más importantes de la economía", según Manini Ríos, el Estado debería fomentar la reproducción de peces "estudiando y generando las condiciones, para que eso se transforme en un rubro de riqueza en un futuro tal vez no tan lejano".
El candidato de Cabildo Abierto a su vez consideró que darle más recursos a la Armada es una "imprescindible necesidad". El incremento del presupuesto será la única forma en que se podrá ejercer el control en las aguas jurisdiccionales de Uruguay, argumentó, ya que la actual falta de embarcaciones adecuadas para este propósito está siendo "un mal negocio". "Se pierde de controlar la pesca ilegal y otras tantas cosas en aguas territoriales", insistió.
Diego Battiste
"Dejó la vara bien alta", reconoció a El Observador la abogada especializada en derecho marítimo Silvia Etchebarne. La experta –más conocida por haber representado en los juzgados al empresario Walter Alcántara– integra la Liga Marítima y a su vez asesoró a Luis Lacalle Pou en la conformación de su programa. Según dijo, en los planteos de ambos candidatos hay "muchas similitudes", como la importancia de la instalación de un puerto de aguas profundas y la "necesidad de un shock de infraestructura".