El técnico de Nacional, Álvaro Gutiérrez, explicó al final del partido contra Rampla que "jugábamos con la presión de que no podíamos perder. Creo que hicimos un buen partido, pero la mala suerte en varios de los goles, que los rebotes les quedaban a ellos, nos hizo que correr de atrás. Hicimos el gol, perdonamos y nos convierten, eso nos hizo jugar con la desazón de que cada vez que te llegaban te metían un gol y que nosotros errábamos. Había que ganar y se ganó".
Gutiérrez añadió que a pesar de los goles recibidos, "en defensa se estuvo bien, por supuesto nos metieron tres goles y es para analizar, pero el tercero de ellos fue un remate, un desvío y el golero queda parado. Tratamos de controlar el partido pero cuando jugamos contra un equipo que no tiene nada par perder puede pasar eso".
El entrenador albo explicó que le dijo el golero Luis Mejía cuando se acercó al banco en el segundo tiempo: "Me decía que con la línea de tres quedaban muchos espacios porque nos íbamos al ataque; me dijo vamos a pasar a línea de 4 y era lo que teníamos planeado".
Explicó el entrenador la presencia de Pablo Barrientos en el equipo: "Barrientos tiene la contra de que no tiene la dinámica de los volantes mixtos, pero hace jugar al equipo, coloca pelotas de gol, da tranquilidad que faltó en algún partido anterior. Hoy anduvo muy bien, dio pases de gol, hizo jugar al equipo".
Sobre la salida de Gonzalo Bergessio, quien llegó a la cuarta amarilla, Gutiérrez indicó: "Fue pensando que tenía amarilla, que lo estaban buscando porque saben que tiene un temperamento particular, entonces lo saqué para no quedarnos con 10. Un poco también porque tenemos un partido el domingo y hay poco tiempo de recuperación, y porque necesitábamos aire fresco para obstaculizar la salida de ellos desde atrás".
Sebastián Fernández, de poco protagonismo en el semestre, fue el autor del gol del triunfo: "Seba es un emblema de Nacional, con mucha experiencia, muy vivo, tiene gol, ese aplomo que tienen los jugadores con experiencia y un recorrido que no es normal para su edad, se entrena a muerte y lo vemos en la cancha".
También reconoció el DT que el empate entre Progreso y Peñarol del miércoles, que le dio vida a su equipo, influyó en los ánimos: "Mucho porque tenés la posibilidad otra vez y ya no dependes de nadie. Lo que pasó la otra vez con Defensor nos golpeó porque nos fuimos del partido después de la jugada polémica".