Ojeda se postula como candidato del Partido bicolor

La exhibición de esta estrecha relación entre Lacalle Pou y Ojeda puede tener un impacto electoral positivo para la Coalición Republicana. A Delgado, en un momento en el que está bajando peligrosamente en las encuestas, claramente lo perjudica. La posibilidad de que Ojeda sea el candidato que termine enfrentando a Yamandú Orsi en el balotaje se ve cada día más cercana. Esta posibilidad no parece preocupar mayormente al presidente y, es incluso concebible que la prefiera, ya que puede pensar que es la que le da a la coalición las mejores probabilidades para derrotar al FA en noviembre.

La coincidencia ideológica entre en el PN y el PC quedó claramente demostrada a través de todo este período de gobierno. En muchos aspectos ambos partidos operaron como si ya estuvieran fusionados. Su relación parece ser más harmónica que la que existe entre los distintos grupos del Frente Amplio. Ojeda, mucho más que Delgado, esta reflejando esta realidad en su campaña y trata de que el electorado blanco lo perciba como uno de los candidatos de lo que es, de hecho, un solo partido.

Si el PN y el PC hubieran arribado a esta elección ya formalmente fusionados como Partido Bicolor, la competencia entre Delgado y Ojeda se hubiera dilucidado en junio en la interna de este nuevo partido. El candidato resultante de esa interna haría ya varios meses que habría estado enfocado exclusivamente en su enfrentamiento con Orsi. Esto obviamente no es lo que está pasando y hasta el 27 de octubre, fecha de la primera vuelta, las campañas de Delgado y de Ojeda no le prestarán mayor atención a Orsi. Hasta esa fecha competirán para determinar cual de los dos será el que llegue al balotaje.

Por esta razón un debate entre Delgado y Ojeda es, tanto del punto de vista de los candidatos como del electorado, lo que se necesita a esta altura del proceso electoral. Para Delgado podría ser la última, quizás única, oportunidad importante que le quede para tratar de mostrar algo que debería ser obvio: que él está mejor preparado que Ojeda para gobernar el país. Hay una cierta ironía perversa en que blancos, que piensan que este ha sido un gobierno excelente en el que Delgado jugó un papel muy importante, terminen votando por Ojeda. Consecuencia esto, sin duda, del temor a que pueda volver a ganar el FA.

Quizás en los próximos años aparezca, como en Ricardo III, un Conde de Richmond que logre unir “the white rose and the red” y que blancos y colorados se presenten a las elecciones del 2029 como el Partido Bicolor, ya para entonces oficialmente formalizado. En ese escenario, asumiendo que finalmente prime la sensatez y que Delgado sea el candidato que llegue al balotaje en esta elección, Ojeda podría ser el compañero de Lacalle Pou en la próxima. Al FA le sería difícil encontrar una fórmula con un atractivo electoral comparable. Blanca Rodríguez podría ser parte de la solución.

(*) Contador uruguayo que completó el International Tax Program en la Escuela de Leyes de la Universidad de Harvard y ejerció su profesión desde Nueva York.