El uruguayo Enrique Larrañaga se proclamó campeón del Latin American Handgun Championship, un importante torneo de tiro práctico que se llevó a cabo en Córdoba, Argentina. Es la segunda vez que el tirador de 30 años gana este certamen pero en esta oportunidad el nivel de competencia fue mucho más elevado, lo que realza el valor de su conquista.
"En 2019 salí campeón latinoamericano por primera vez. Mis rivales más fuertes eran dos brasileños. El torneo fue en Buenos Aires y cuando disparé la última etapa y gané, me emocioné, lloré y abracé a mi padre. Fue un momento muy emotivo, pero gané por una gran diferencia, como por un 7%. Fue mi mayor logro hasta el momento. Sin embargo, haber ganado el torneo de este año es una locura, porque si bien entrené más que en 2019, la competencia fue mil veces más fuerte. Vino un brasileño (Mario Batista) mucho mejor que los del 2019, vino un argentino (Lucas Silva) más preparado que hace cinco años y sobre todo vino un polaco (Bartosz Szczesny) que es vicecampeón mundial, campeón panamericano, campeón europeo, campeón africano. Entonces yo este torneo no imaginaba ganarle. Sí pensaba que podía salir campeón latinoamericano, pero que él me iba a ganar y al final yo le gané. Me emocioné, me puse a llorar, abracé otra vez a mi padre, abracé a un gran amigo que tengo en el tiro llorando cuando me di cuenta que había ganado. Fue increíble", contó Larrañaga, muy emocionado, en diálogo con Referí.
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El tiro práctico es una modalidad de tiro deportivo en la cual el tirador debe disparar a distintos blancos en el menor tiempo posible, tratando de obtener el máximo puntaje. Es decir, que es un deporte donde se combina la precisión con la velocidad. La disciplina surgió en la década de 1950, en Estados Unidos, como una modalidad de entrenamiento de la Policía. Posteriormente se difundió a varios países como un deporte. La Federación Uruguaya de Tiro Práctico se fundó en 1992, aunque ya desde antes habían competencias tanto en Uruguay como en Argentina.
"El tiro práctico se divide en varias divisiones que dependen del arma que se utiliza. El arma de la división classic, en la que compito, es una pistola modelo 1911, con un sistema que fue creado en ese año. Obvio que hoy es más avanzada tecnológicamente, pero mantiene la base", dijo Larrañaga.
"Le gané por menos de un 1% al polaco. Fue una competencia muy reñida que se definió el último día. Fueron cuatro días de competición y en el primero estaba tercero. El segundo día seguía tercero. Recién en el tercer día logré pasar al primer lugar con una buena jornada y en el cuarto me coroné campeón", dijo Larrañaga que es licenciado en administración de empresas, trabaja en una empresa constructora donde se encarga de la parte administrativa y también operativa ya que es topógrafo.
"Entreno después del horario laboral y los fines de semana. Este deporte es muy caro pero es mi pasión, lo amo, me lo inculcó mi padre que es un gran competidor en este deporte", afirmó.
Omar Larrañaga, su padre, fue múltiple campeón nacional, la primera vez en 1986, y en Córdoba logró el vicecampeonato en súper senior, la categoría para los mayores de 60 años. "Es la persona que más me apoya y la que me enseñó todo lo que sé", afirmó Larrañaga hijo.
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Larrañaga tiró por primera vez en 2010. Entonces era jugador de rugby y recién en 2016 se cambió definitivamente de disciplina, luego de acompañar a su padre a un torneo en Estados Unidos. "Cuando volví lo empecé a entrenar como mi deporte principal y le agregué sesiones de gimnasio para estar mejor preparado. Es una pasión", remarcó el dos veces campeón latinoamericano.
Fruto de esa dedicación es que Larrañaga lleva cuatro años invicto a nivel local y este año ganó los siete torneos que disputó en Latinoamérica. También fue a Polonia donde salió segundo detrás del local Szczesny, el que vino a competir a Córdoba, y en otro certamen en Hungría terminó tercero.
"Somos 100 deportistas federados y 50 tiradores activos de los cuales 30 participamos de los torneos que se hacen una vez al mes", expresó sobre una Federación que es reconocida por la Secretaría Nacional del Deporte pero no está bajo la égida de la Federación Uruguaya de Tiro que es donde se practica el tiro deportivo que forma parte del circuito olímpico.
En un Mundial de tiro práctico hay entre 1.500 y 2.000 tiradores y se disparan más de 2 millones de tiro en una semana. Los estándares de seguridad son altísimos y no hay accidentes. Cualquier fallo en materia de seguridad acarrea la descalificación inmediata", dijo Larrañaga que entrena en el Punta del Este Shooting Range, club de Ignacio Ballabio.
"Las municiones es lo más complicado de conseguir porque en Uruguay no hay. Se las compro a José Aguerre que las fabrica con nivel mundial", reveló.
"Este logro es un sueño. Creía que podía ganar solo el Latinoamericano, es decir a los competidores de la región. Pero haberle ganado al polaco me pone en otra dimensión. El año que viene, en setiembre, es el Mundial, en Sudáfrica. Nunca fui a ningún Mundial porque son lejos y muy caros. Pero al ganarle al vicecampeón mundial me ilusiona con ir a darles pelea a ese torneo", contó el tirador.
