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¿Qué es Bluesky y por qué tanta gente se está uniendo a ella?
Qué es Bluesky
Bluesky se describe a sí misma como "una red social como debería ser", aunque se parece bastante a otras.
A primera vista, nada especial llama la atención. Botones en la parte superior izquierda ofrecen lo que uno esperaría: búsqueda, notificaciones, página de inicio, etc.
Los usuarios comentan, publican, comparten e indican qué contenidos les gustan.
En realidad, se parece bastante al aspecto que tenía la red X cuando aún era conocida como Twitter.
La gran diferencia estriba en que Bluesky está descentralizada, lo que significa que los usuarios pueden elegir albergar su información en servidores distintos a los de la compañía.
Así, en lugar de estar limitados a tener una cuenta con el nombre de Bluesky, los usuarios pueden registrarse para usar una cuenta que ellos poseerán.
Pero la inmensa mayoría de los usuarios no lo hace y se conforman con la cuenta por defecto, que casi con toda seguridad tendrá escrito "bsky.social" a continuación del nombre de usuario elegido.
De quién es Bluesky
Teniendo en cuenta cuánto se parece a la antigua Twitter, no les sorprenderá saber que su creador es Jack Dorsey, el fundador de la red social del pajarito.
Dorsey dijo en alguna ocasión que quería que Bluesky fuera una versión descentralizada de Twitter, en la que ninguna persona tuviera el control ni la propiedad.
Pero Dorsey ya no forma parte del equipo que la gestiona, ya que renunció a su puesto en la junta directiva en mayo de 2024.
En septiembre eliminó su cuenta.
Ahora la dirige Jay Graber, su jefe ejecutivo, que ostenta además la mayoría de la propiedad.
Por qué se está volviendo popular
Creada en 2019, funcionó solo por invitación hasta febrero de este año.
Eso permitió a los desarrolladores solucionar todos los problemas antes de abrirla al público en general.
Aún así, la avalancha de nuevos usuarios ha sido tal en noviembre que se han producido varias caídas de su sistema.
No es casualidad que el número de usuarios de Bluesky se disparara tras el triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos del pasado 5 de noviembre.
El dueño de la red social X, Elon Musk, fue uno de los más activos apoyos de la campaña de Trump y este ha anunciado que el multimillonario estará al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental, un organismo de nueva creación dedicado a reducir los costes de la administración.
Esto, unido a las quejas por los contenidos que ofrece el algoritmo desde que Musk controla X, ha llevado a muchos a dejar esa red como protesta.
El diario británico The Guardian anunció que dejará de publicar en X porque se ha convertido en una "plataforma mediática tóxica".
En paralelo, la aplicación móvil de Bluesky ha sido descargada masivamente en todo el mundo. En la tienda virtual de Apple en Reino Unido era el pasado jueves la aplicación gratuita más descargada.
Personalidades del mundo del cine como Ben Stiller, Jamie Lee Curtis y Patton Oswalt, y la estrella del pop Lizzo, han dicho que empezarán a usar Bluesky en lugar de X.
Pero, aunque notable, este crecimiento deberá mantenerse durante algún tiempo para que Bluesky se convierta en un verdadero competidor para la gigantesca X.
La red X no hace públicas sus cifras totales, pero se estima que tiene cientos de millones de usuarios. Elon Musk dijo que la red tiene 250 millones de usuarios al día.
Cómo gana dinero Bluesky
Esa es la pregunta del millón.
La financiación inicial de Bluesky llegó de inversores y empresas de capital riesgo que aportaron decenas de millones de dólares.
Pero con tantos usuarios, va a tener que encontrar una manera de afrontar unos gastos que presumiblemente aumentarán.
En la época dorada de Twitter, la gran mayoría de sus ingresos llegaban de la publicidad
Bluesky dijo que quería evitar la publicidad y en su lugar ofrecerá servicios de pago a quienes usen la aplicación, como la posibilidad de elegir dominios personales tras el nombre de usuario.
A priori suena complicado, pero podría llevar a que los profesionales adopten dominios institucionales en sus cuentas. Por ejemplo, un periodista de la BBC podría añadir a su nombre de usuario el dominio "bbc.co.uk".
Quienes abogan por esta idea afirman, además, que reforzaría la seguridad, ya que la empresa propietaria del dominio, en este caso la BBC, tendría que autorizar su uso y de esa manera la identidad del usuario quedaría verificada.
Si los dueños de Bluesky quieren seguir evitando la publicidad, no tendrán más remedio que buscar opciones adicionales, como ofrecer funcionalidades especiales a suscriptores de pago.
En realidad, es frecuente que las nuevas compañías tecnológicas no ganen mucho dinero.
Sin ir más lejos, Twitter solo obtuvo beneficios en dos de los ocho años de cotización en bolsa antes de que la comprara Musk.
Eso terminó cuando el hombre más rico del mundo pagó USS$44.000 millones a los accionistas de la red social para tener el privilegio de poseerla.
El futuro de Bluesky es aún una incógnita, pero si sigue creciendo todo es posible.
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