Este martes se realizará una audiencia judicial en Brasil por el caso del hincha de Peñarol de 17 años detenido en los incidentes en Río de Janeiro previos al partido entre su equipo y Botafogo por las semifinales de la Copa Libertadores, disputado el pasado 23 de octubre.
Rodrigo Rey, abogado que trabaja para la liberación de los uruguayos junto a Jorge Barrera, dijo a Referí que la defensa buscará "una condena o solución alternativa" que el menor "pueda cumplir en Uruguay".
El defensor aclaró que esta es una solución disponible porque la justicia en Brasil avala este tipo de alternativas en el caso de los menores de edad. Además, afirmó que existe "buena disposición de Fiscalía" para permitir que el joven vuelva al país.
Por otra parte, Rey mantiene la expectativa de que la justicia se expida esta semana sobre algunas de las solicitudes de libertad de los otros 11 hinchas aún detenidos. "Ninguna de las solicitudes de libertad presentadas a la justicia fue rechazada", valoró.
De todos modos, el equipo tiene cierta preocupación de que la situación se pueda aplazar debido a la realización de la cumbre del G20 en Río de Janeiro, que aplazaría algunos procesos judiciales desde su comienzo este jueves.
Los 10 hinchas que fueron liberados la semana pasada se encuentran en Río de Janeiro, imposibilitados hasta el momento de salir de Brasil. No pueden concurrir a ningún espectáculo deportivo en suelo brasileño, y cada 15 días deberán presentarse ante el juzgado.
Uno de los liberados está internado tras sufrir una infección leve, y su situación de salud está controlada, informó Rey.
El menor está detenido en un centro juvenil, y los 11 hinchas mayores de edad aún detenidos continúan presos en la cárcel de Bangú, a 30 kilómetros del centro de Río de Janeiro. El pasado viernes, Referí informó que se trata de uno de los centros de detención más peligrosos de Brasil y también más grande por sus dimensiones, pero los uruguayos se encuentran en el pabellón de extranjeros, de menor peligrosidad.
Rey afirmó que los detenidos están "bien, fuertes", y el equipo de abogados trabaja para coordinar visitas de familiares, aunque lamentó que "son difíciles de conseguir".