Fernando Trocca, reconocido chef argentino, reflexionó sobre su vida y carrera en la gastronomía "En primera fila", el ciclo de El Observador conducido por Barbie Simons. Desde sus comienzos inspirados por su abuela Serafina hasta sus experiencias culinarias internacionales, el chef mantuvo una conversación íntima donde compartió anécdotas de su paso por Nueva York, su filosofía sobre el arte de cocinar y cómo enfrentó la pandemia reinventándose con recetas caseras que lo acercaron aún más a su público.
Embed - Entrevista a Fernando Trocca | En primera fila
"Cocinar es mi forma de dar amor"
Trocca no duda en señalar a su abuela Serafina como la persona que marcó su camino hacia la cocina: “Ella me enamoró de la comida. Almorzaba todos los días en su casa, pedía el menú y ella lo cocinaba. Me enseñó a disfrutar y experimentar con los alimentos”.
Este amor por la comida es el que define su estilo: “Para mí, cocinar es dar amor. No es un plato en particular, es la experiencia de cocinar para otros, de alimentar y compartir”.
De Nueva York a la élite culinaria mundial
En 1997, Trocca llegó a Nueva York sin papeles, sin hablar inglés y con un hijo pequeño. “Fue durísimo, pero también una de las mejores decisiones de mi vida”, recuerda. Allí cocinó para figuras como Robert De Niro, David Bowie y Eric Clapton en un restaurante del Soho. "Era emocionante, pero también agotador. Nueva York te exige, es como entrenar para el campeonato del mundo”, afirma.
En el apogeo del glamour neoyorquino, Trocca creó un plato memorable: foie gras con harina de mandioca, mango y miel. “Un plato que hablaba de la fusión de técnicas francesas con ingredientes latinoamericanos”, explica.
La pandemia y el renacer en la cocina casera
En 2020, el chef se refugió en la cocina de su casa y decidió compartir recetas simples en Instagram, como una ensalada con pollo sobrante. "Subí un video sin pensarlo mucho, en pijama, y fue increíble la repercusión. Durante 90 días consecutivos publiqué recetas que conectaron con la gente", relata. Estas recetas dieron lugar a su libro Troca en casa, que compiló los platos que salvaron a miles durante el confinamiento.
La simpleza de un clásico: milanesa con puré
Cuando se le pregunta qué plato define su vida, Trocca no duda: “Milanesas con puré. No hay nada mejor que una buena milanesa bien hecha. Es un plato que me acompaña, no me persigue”.
A pesar de haber cocinado para la élite mundial, el chef encuentra su mayor satisfacción cocinando para sus hijos. “Son mis mejores críticos, tienen un paladar increíble. Viajar y comer con ellos es de las cosas que más disfruto”, asegura.
La crítica gastronómica y los rankings
Sobre los rankings y las estrellas Michelin, Trocca prefiere mantenerse al margen: “No me interesan. Hay mucho lobby detrás y, aunque reconozco que son útiles para los negocios, también generan rivalidades que no me gustan. Cocino para el público, no para estar en una lista”.
Con una carrera marcada por la innovación y el amor por la cocina, Fernando Trocca demuestra que, más allá de las técnicas sofisticadas o los reconocimientos internacionales, el verdadero arte culinario reside en conectar con las personas. Ya sea con un plato gourmet o con una sencilla milanesa con puré, Trocca sigue deleitando con su pasión por el buen comer.